“Y seguramente estás en un nivel de carácter exaltado”. (Corán 68:4)
- Compasión por los jóvenes
- No causó daño a nadie
- Nunca dijo ‘No’
- Siempre sonriendo
- Habla noble y modales
- Servicio a la familia
- Saludaba con cariño
- Perdón y compasión
El carácter del Profeta Muhammad (SAW) es descrito muy acertadamente por su querida esposa Hazrat Aisha (RA) quien dijo: “Su carácter era el Corán”. (Musnad Ahmad)
El carácter noble de nuestro Nabi (SAW) se ajustaba perfectamente a las enseñanzas y la guía del Noble Corán.
Hazrat Ibn ‘Abbas (RA) dijo que ‘calidad exaltada de carácter’ significa una ‘gran religión, y esa es el Islam, una religión muy querida por Allah’. Hazrat Ali (RA) dijo que ‘calidad exaltada de carácter’ significa los ‘buenos modales enseñados por el Corán’. Todas estas interpretaciones significan que el Profeta Muhammad (SAW) poseía tal carácter y excelencia que lo cualificaba para ser la verdadera guía e inspiración para la humanidad. Nabi Muhammad SAW fue una encarnación completa de todo lo bueno que un ser humano es capaz de poseer.
El mismo Mensajero de Allah (SAW) dijo: “He sido enviado para perfeccionar la conducta noble”. (Musnad Bazzar)
Compasión por los jóvenes
Hazrat Anas bin Malik (RA) dice: “Permanecí al servicio del Profeta (SAW) durante diez años. Nunca me dijo ‘uf’. Cuando hacía algo, nunca me preguntaba: “¿por qué lo hiciste?”. Y si no hacía cierta tarea, nunca me preguntaba por qué no lo había hecho”. (Bujari, Muslim)
Esto es indicativo de la sublimidad y consistencia en la conducta con una persona tan joven que estaba al servicio del maestro.
Hazrat Anas RA narra: “Nabi Muhammad (SAW) tuvo el mejor Akhlaq (carácter). Un día me envió a realizar una tarea. Me dije a mí mismo que, por Allah, no haré lo que Nabi SAW me había indicado que hiciera. Pasé junto a algunos niños que jugaban en la plaza del mercado y me entretuve con ellos. De repente, el Profeta (SAW) colocó su mano en mi cuello por detrás de mí. Lo miré y me sonrió y me preguntó: “¡Oh Unais! ¿Fuiste a donde te dije que fueras?” Respondí: “Sí. Me voy ahora, oh Nabi”. (Muslim)
No causó daño a nadie
Hazrat Aisha (RA) dijo: “Rasulullah (SAW) nunca golpeó a nadie con las manos, excepto cuando estaba en la batalla. No golpeó a ningún sirviente, ni a ninguna mujer. Nunca se vengaba de ningún daño o error cometido. Solo implementaba el castigo requerido para aquellos que violaban las leyes de Allah”. (Muslim)
Nunca dijo ‘No’
Hazrat Jabir (RA) informa que Rasulullah (SAW) nunca dijo ‘no’ a la solicitud de una persona. (Bujari, Muslim)
Siempre sonriendo
Hazrat Jareer ibn Abdillah Al Bayali (RA) narra que Rasulullah (SAW) nunca se negó a verme desde que acepté el Islam y nunca me miró excepto que tenía una sonrisa en su bendito rostro. (Bujari, Muslim)
Habla noble y modales
Hazrat Aysha (RA) narra: “No era la naturaleza de Rasulullah (SAW) hablar indecentemente, ni se involucró en el uso de lenguaje obsceno. No gritaba ni hablaba en los mercados (lo que va en contra de la dignidad). No vengó una mala acción con una mala, sino que la perdonó. Luego, ni siquiera lo mencionaría”. (Tirmizi)
Hazrat Anas (RA) narra: “Estaba caminando con Nabi (SAW) y él vestía un manto de bordes gruesos fabricado en Nayran. Un beduino se acercó a Nabi (SAW) y tiró del manto con tanta fuerza que vi los efectos de sus huellas en el hombro bendito de Nabi (SAW). Luego dijo: “¡Asígname algo de la riqueza de Allah que está en tu posesión!” Nabi (SAW) se volvió hacia él, sonrió y le ordenó a alguien que le diera algo de riqueza”. (Bujari)
Servicio a la familia
Hazrat Aswad (RA) dice: “Le pregunté a Hazrat Aysha (RA) qué solía hacer Rasulullah (SAW) en su casa”. Hazrat Aysha (RA) respondió: “Estaría al servicio de su familia. Cuando llegaba el momento del Salah, iría por el Salah. (Bujari)
Saludaba con cariño
Hazrat Anas (RA) narra que cuando Rasulullah (SAW) se encontraría con alguien, no apartaría la mano hasta que esa persona moviera la mano y no apartaría la cara hasta que esa persona apartara la cara…” (Tirmizi, Ibn Mayah)
Perdón y compasión
En la ocasión de la Conquista de Makkah, el Mensajero de Allah (SAW) tuvo toda la oportunidad de vengarse de los Mecanos que atormentaron a los musulmanes durante 10 años en Makkah Mukarramah. Sin embargo, se dirigió a ellos con las siguientes palabras:
“… ¡Oh grupo de los Quraish! ¿Qué creen que les voy a hacer?” Ellos respondieron: “Creemos que serás bueno con nosotros. Eres un hermano noble que es hijo de un hermano noble”. Él dijo: “Me dirijo a ustedes de la misma manera que el Profeta Yusuf (AS) se dirigió a sus hermanos: ‘No hay ningún reproche sobre ustedes hoy. Vayan, pues todos ustedes son libres'”. (Faidhul Qadeer, Seeratul Mustafa)